martes, 24 de octubre de 2023

Dependientes No Autosuficientes

 

Vivimos en una cultura en la que a menudo se elogia la palabra "yo". Lo vemos en todas las redes sociales, en libros y artículos, y ha sido marcado como el eslogan de esta generación, y enfatizado por oradores motivacionales y personas influyentes. Escuchamos palabras como autoayuda, autocuidado y autosuficiencia como tema común. Estas palabras al principio pueden parecer empoderadoras, pero conducen a una vida basada únicamente en nuestra propia fuerza y en nuestra propia suficiencia. Nos alimenta con la mentira de que solo nos necesitamos a nosotros mismos y podemos hacerlo todo por nosotros mismos, por lo tanto, empujamos a Dios fuera del camino de nuestras vidas.

Claro que es muy importante cuidar de uno, por que si no estamos bien y nos sentimos bien con nosotros jamás vamos poder dar lo que no tenemos. El problema de la autosuficiencia es el extremo de vivir solo para uno mismo.

A menudo, podemos experimentar agotamiento tratando de depender solo de nosotros mismos. Cuando dependemos diariamente de nosotros mismos, puede llevarnos a negar diariamente nuestra necesidad de Jesús.

En el verso, se habla de lo opuesto a la autosuficiencia. Como cristianos, cuanto más tiempo pasamos con el Señor para entender el evangelio, es el momento en que comenzamos a entender nuestra gran necesidad de un Salvador. Es ese momento en el que nos encontramos en nuestros esfuerzos agotados por salvarnos a nosotros mismos, que nos damos cuenta de nuestra verdadera necesidad de Dios. El pasaje de hoy habla de cómo Dios es suficiente, y que Él es más que suficiente. Es en nuestra debilidad, nuestro agotamiento y nuestros propios esfuerzos, que nos damos cuenta de que "Su fuerza se perfecciona en nuestra debilidad". Cristo es suficiente para nosotros, y siempre nos quedaremos cortos, cuando estamos tratando de hacerlo con nuestras propias fuerzas.

Debemos ir al Señor en nuestras deficiencias para aliviarnos del agotamiento al tratar de hacerlo por nuestra cuenta. Debemos leer Su palabra a diario e implantar Su verdad y Sus caminos en nuestro corazón, en lugar de decirnos a nosotros mismos lo que la cultura nos dice mientras intentamos encontrar la fuerza interior. Es la fuerza de Dios la que hará que nuestra debilidad sea perfecta. No podemos hacerlo todo por nuestra cuenta con nuestras propias fuerzas. Es "en Su fuerza, que podemos hacer todas las cosas". (Filipenses 4:13)

Oremos.

Querido Dios,

Gracias por dejarnos con la Biblia por tanta sabiduría como en el versículo de hoy. Gracias por el recordatorio de que por todas las cosas que nos esforzamos por hacer con nuestras propias fuerzas, nunca diseñaste para que lo hagamos. Nos diseñaste para depender de ti y de tu fuerza. Perdónanos por confiar en nosotros mismos y ser absorbidos por lo que la sociedad nos dice y el enemigo nos impulsa, para que podamos hacerlo todo por nuestra cuenta. Señor, te necesitamos. "Aparte de ti, no podemos hacer nada", como nos dice Juan 15:5.

Te pedimos que nos recuerdes nuestras deficiencias y te pedimos que nos perdones mientras venimos humildemente antes de que confies que hemos confiado en nosotros mismos para muchas cosas en nuestra vida. Recuérdanos que cumplamos tu Palabra todos los días para recordarnos nuestra necesidad incesante de ti. Que tu palabra nos hable continuamente y nos asegure que no somos suficientes por nuestra cuenta, sino que somos suficientes en Ti. Cuanto más confiemos en ti y en tu Palabra, menos confiaremos en nosotros mismos. Es en ti que somos más que suficientes, y te damos las gracias por esta hermosa promesa de hoy. Te queremos y estamos muy agradecidos por tu palabra. Amen 

Dificultades y Destinos Extraordinarios

“En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. También por med...