El llamado de Dios al coraje no es un llamado a la ingenuidad o ignorancia. No estamos ajenos a los desafÃos que trae la vida.
Como seguidores de Dios, tú y yo tenemos un gran activo. Sabemos que todo va a salir bien. Cristo no ha salido de su trono, y Romanos 8:28 no ha desaparecido de la Biblia. Nuestros problemas siempre han sido sus posibilidades.
Alimenta tus miedos y tu fe morirá de hambre. Alimenta tu fe y tus miedos lo harán.
Sabemos que todo va a salir bien. Esa es la promesa de Romanos 8:28. Pero es difÃcil recordar cuando todas las posibilidades de lo que podrÃa salir mal se hacen un tornado a nuestro alrededor. Cuando el miedo es abundante, fijemos nuestra mirada en Jesús y recordemos esto:
Sabemos que todas las cosas trabajan juntas para el bien de los que aman a Dios, de los que están llamados de acuerdo a Su propósito. - Romanos 8:28 NKJV
La promesa de Dios para mÃ
El Señor tiene el control. Él sabe cómo resulta todo. Y prometió que serÃa para mi bien. Me dará el valor para seguir adelante y la esperanza de aguantar.
Cree Que Puede
No tengas miedo; solo cree. - Marcos 5:36
La presencia de miedo no significa que no tengas fe. El miedo visita a todos. Incluso Cristo tenÃa miedo (Marcos 14:33). Pero haz que tu miedo sea un visitante y no un residente. ¿El miedo no ha tomado lo suficiente? ¿Suficientes sonrisas? ¿La risas? ¿Noches de descanso, dÃas exuberantes? Satisface tus miedos con fe.
Cree que puede. Cree que le importa.
¿El camino por delante parece incierto, incluso aterrador? Tal vez esta imagen ayude. Cuando un padre lleva a su hijo de cuatro años por una calle llena de gente, lo toma de la mano y dice: "Agárrame". No dice: "Memoriza el mapa". O, "Atrévete a arriesgarte esquivando el tráfico". O, "Vamos a ver si puedes encontrar el camino a casa". El buen padre le da al niño una responsabilidad: "Agárdame la mano". Cuando los miedos amenacen tu fe, recuerda esto:
Mi Escritura de Esperanza
Vas delante de mà y me sigues. Colocas tu mano de bendición sobre mi cabeza. - Salmo 139:5 NLT
La promesa de Dios para mÃ
No tengo que vivir con miedo. Porque Dios se preocupa. Me toma de las manos y me lleva a salvo a Él.
La inspiración de hoy proviene de:
Momentos tranquilos para los dÃas ansiosos
Por Max Lucado
No hay comentarios:
Publicar un comentario