¿Serà que ya no amo 💔 a Dios?

¿Alguna vez has experimentado un dolor tan intenso que pensaste que y jamas hibas a volver a ser feliz? ¿Alguna vez has vivido un momento en el que te quedaste sin fuerzas que ni levantarte de la cama querias? O, ¿alguna vez has estado en un lugar, después de haber dado tanto de ti mismo, que ahora te sientes cansado y desmayado y quieres rendirte?

He pasado por todo lo anterior y sé que la mayoría de ustedes también. Todos pasamos por temporadas de sentirnos abrumados por la preocupación. Me di cuenta de que ser cristiano no hace que tu vida sea perfecta de repente. Jesús nunca prometió una vida sin dificultad, o que mientras estuviéramos aquí en la tierra la vida seria color de rosas. La vida nos arroja piedras (hasta ladrillos) y, a veces, estas dificultades sentimos que casi nos matan, pero a pesar de que enfrentaremos adversidades y dificultades que nos llevan a querer preocuparnos y rendirnos, la buena noticia es que tenemos un Dios que nunca se queda sin fuerzas, y que nunca nos abandona.

Hace aproximadamente 3 años vivi una experiencia de depresion en mi vida. Para resumirte, fue un cumulo de muchas situaciones que habia callado. Tan asi que me enferme emocional, mental y fisicamente. El que me conoce sabe que me apasiona compartir con otros, pero una de las señales de que algo no andaba bien  es que me aleje de todos. No queria ver ni hablar con nadie. Llevaba asi dias, es mas, semanas. 

En esa temporada tuve que viajar a mi Isla Puerto Rico y mis amados Pastores me recomendaron y enviaron a una excelente Dra./Psiquiatra. Llegue a esa oficina no se ni como por que ni animos tenia. Luego de desahogarme con ella y explicarle como me sentia ella me diagnostico con: depresion, ansiedad y ataques de panico. Se escucha fuerte, pero yo senti paz al escuchar esto. Primeramente por que para mi lo que yo tenia era falta de fe y que ya no creia en Dios (por que asi me sentia). Y el pensar esto me torturaba mas. ¿Como iba a poder yo algun dia dejar de amar a Dios? Pero entendi que uno no deja de amar a Dios, la vida te golpea tan fuerte en ocasiones que pareciera eso. Si por que es mas facil culparlo a El que asumir un papel de trabajar  con la Restauracion y Sanidad del corazon. 

Cuando por fin regreso a mi casa en Estados Unidos (despues de un mes y con el tratamiento me sentia mucho mejor) recuerdo que tan pronto entre por las puertas del salon de reuniones de la congregacion senti un ataque de panico otra vez. Estaba sentada mirando a la nada y clamando a Dios en mi corazón: "¿Qué se supone que debo hacer ahora? Recuerdo haber sentido en mi corazón estas palabras: "Sara, necesito que me adores".

"¡Cantar!" Pensé para mí misma, ni siquiera puedo pararme, y mucho menos cantar, pero seguía sintiendo en mi corazón que esto era lo que Dios quería que hiciera para ayudarme a superar el ataque. Me acordé de esta escritura mientras:

2 Corintios 12: 9-10

Mi gracia es suficiente para ti, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.

Sentí que Dios decía: "Cuando eres débil y dejas que Mi gracia se mueva a través de ti, entonces serás fuerte". No tenía sentido para mí en lo natural, pero conocía a Dios lo suficiente como para saber que ese pensamiento era de El y debia obedecerlo. Nunca olvidaré ese dia mientras viva, porque tan pronto comence a adorar y comencé a cantar, la pesadez que me cubría como una manta se desvaneció. Adoraba a través de mis lágrimas pero elegí cantar de todos modos.

Mientras cantaba no es que no estuviera abrumada, porque lo estaba. Pero su fuerza me llevó sobrenaturalmente y superé mi sensación de debilidad en ese momento. No puedo explicarlo, pero Su fuerza me llevó sobrenaturalmente y superé mi sensación de debilidad en ese momento.

Mientras adoraba en mi ataque de panico sentí una paz que superó toda comprensión natural.

Eso fue hace 3 años, y el mismo principio lo aplico hoy en dia. He entendido que la vida no será perfecta, pero Aquel que tiene el poder de llevarnos a través de las situaciones más difíciles nos permitirá superar las dificultades y vivir con una paz sobrenatural.