El dolor es un micrófono. Y cuanto más duele, más fuerte suena.
El sufrimiento no es un obstáculo para ser usado por Dios. Es una oportunidad para ser utilizada como nunca antes. Por ejemplo Ester, David, Pablo y Jesus.
El enemigo tiene armas de críticas. Cuando te levantas como cristiano, intentas compartir tu fe y vives para ver cómo ganas las personas perdidas, invitarás al sufrimiento, la persecución y la oposición a tu manera.
Jesús advirtió a sus seguidores que el mundo lo odia y que si estás tratando de seguirlo, el mundo también te odiará.
Seremos "Aplastado como una aceitunas"
La Biblia nos llama reyes y sacerdotes (Apocalipsis 1: 6). Una cosa interesante que tienen en común un rey y un sacerdote es que, en la época del Antiguo Testamento, ambos tenían que ser ungidos. Pasaban por un ritual simbólico de ser untados con aceite para mostrar que estaban apartados para lonque fueron llamados
Un rey no podía ejercer su manto de autoridad del liderazgo, sin ser ungido. Los sacerdotes tenían que ser ungidos y consagrados regularmente a su servicio. Por eso es sorprendente que antes de que Jesús, quien es Rey y Sacerdote para siempre, fuera al Calvario, primero fuera al Huerto de Getsemaní.
En Getsemaní vemos a Jesús siendo aplastado antes de ir a la cruz. La cruz fue Su escenario, los clavos la prueba de Su amor. Estaba dispuesto a tomar ese terrible micrófono, a usar la influencia a la que había sido llamado: Para este propósito me han enviado. - Lucas 4:43
Pero llegar allí significaba primero ser exprimido como una aceituna. No hay atajos; simplemente no se puede llegar al Calvario sin pasar por Getsemaní. Tú y yo no hemos sido llamados a morir por los pecados del mundo, pero tenemos una asignación divina, una misión que hemos sido llamados a cumplir. Y para cumplirlo debemos ser aplastados; debemos ser presionados si queremos que se cumpla. No podemos ser utilizados de una manera excelente sin experimentar dolor.
Tu llamado implica sufrimiento. No hay forma de evitar eso. Pero ten la seguridad de que en Cristo Nada se desperdicia. Cuanto más nos duele, más ruidosos nos volvemos.
Por eso, aunque sea tentador, no debes ser egoísta con tu dolor. Las cosas que Dios deposita en tu espíritu en medio del sufrimiento son las mismas cosas que algún día otras personas necesitarán desesperadamente.
Cuando estás pasando por una prueba, es fácil bloquear a otras personas que están sufriendo. Podrías pensar que no puedo preocuparme por ellos. Lamento que otras personas lo estén pasando mal, pero yo apenas lo estoy afrontando. Estoy colgando de un hilo. Apenas pude levantarme de la cama esta mañana, así que solo necesito concentrarme en mí ahora mismo. Nadie te culpará. Pero estás desperdiciando el aceite que produjo tu trituración. Si está dispuesto a dar un paso de fe y servir a otras personas cuando esté en el fuego, encontrará un gran aumento en el volumen, porque está conectado a un micrófono llamado dolor.
Si en algun momento le haz dicho a Jesus que quieres ser luz en el mundo, te tengo noticias, van haber momentos en los que el te va decir: "Bueno, ahora te he cortado la energía y quiero ver si puedes brillar en la oscuridad. Les has dicho que Jesús es el ancla de tu alma; Él es la roca sólida sobre la que puedes pararte. Ahora todo lo que te rodea está cediendo y quieren saber si te vas a hundir en la arena. Si ven que sus afirmaciones son verdaderas, encontrará una mayor disposición de su parte para confiar en Cristo en sus propias vidas.
En las pruebas, puede escuchar mejor a Dios. ¿Por qué es esto? ¡Porque se acerca! Eso es lo que encontramos en el Salmo 34:18: El Señor está cerca de los quebrantados de corazón.
Tienes una voz más fuerte para proyectar y declarar. Es contradictorio, pero en medio de mi lío más difícil, he descubierto que el ministerio es una gran fortaleza que espera ser aprovechada. Estaba brotando dentro de mí, un deseo mayor que nunca antes de decirle al mundo entero que Jesucristo puede apagar la oscuridad, porque yo mismo lo experimenté.
Quizás no haya un momento en el que seas tan util como cuando ministras en medio del dolor.
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