Me enseñaron que el coraje no es la ausencia de miedo; es la voluntad de afrontar tu miedo. La confianza no significa que no tengamos dudas; significa que avanzamos, actuamos y hacemos lo que tenemos que hacer hasta que ya no dudemos.
¿Alguna vez ha creído que la confianza es algo que tenemos o no tenemos? Al igual que algunos de nosotros tenemos el cabello rizado, ojos marrones o azules, algunas personas parecen nacer con confianza. Pero aquí está la verdad: la confianza no es algo con lo que nacemos; es algo que construimos.
La confianza es una habilidad que debe desarrollarse con el tiempo y la única forma de hacerlo es tomando medidas.
Aprendes a andar en bicicleta primero en un triciclo, luego con ruedas de entrenamiento. Entonces nos volvemos tan hábiles con las ruedas de entrenamiento que una se cae y ni nos damos cuenta. Luego nos volvemos valientes, nos quitamos las ruedas de entrenamiento y lo hacemos, tambaleándonos por la carretera (y probablemente arrastrándonos unas cuantas veces en el camino). A veces el proceso lleva años, lágrimas y muchas rodillas despellejadas. Pero lo que resulta es la confianza. Lo aguantas, actúas, practicas, gestionas tu miedo y lo haces, incluso si te tambaleas y te chocas unas cuantas veces.
Es hora de deshacerse de las dudas y asumir confianza.
Dios nos llamó a todos a hacer buenas obras, no para ganarnos la salvación, no para ganarnos Su amor, no para demostrar que somos dignos, sino porque Él nos ama, nos salva y nos da nuevos corazones para amar a los demás.
Dios se deleita en asociarse contigo para sus propósitos, y es hora de que lo creas. No eres un villano malvado que planea apoderarse del mundo; eres un hijo de Dios que se asoció con Él para hacer del mundo aquí y ahora un lugar mejor.
Cuando Jesús habló del Reino en los Evangelios, también estaba hablando del aquí y ahora, no solo del Cielo. ¿Qué quiere Dios hacer contigo en Su Reino aquí y ahora?
Ya sea que esté entregando comida a alguna familia en necesidad, cuidando niños, doblando la ropa y orando por un amigo, cultivando un jardín o sirviendo en una organización sin fines de lucro que alimenta al mundo, todo es importante Dios. Y es el trabajo el que construye el Reino aquí mismo.
Él quiere que tú, tú y todos nosotros superemos nuestras dudas y empecemos a vivir las vidas que Él nos creó para vivir. Y eso comienza con las pequeñas decisiones que tomamos todos los días.
Cuando quieras decirte a ti mismo: "No puedo hacer esto", y la duda trata de dejarte al margen, recuerda.
Recuerda quien eres.
Recuerda de dónde viene tu fuerza. Recuerda que eres una maravilla.
Recuerde, está llamado a mantenerse firme. Así que empieza a pararte.
Quiero que recuerdes
Cuando traemos a Dios a cualquier batalla, ganamos.
Cuando llevas a Dios a las cosas pequeñas y dejas que Su Espíritu te ayude a superar las dudas, honras el llamado que Él tiene en tu vida.
Como hijos de Dios, podemos mantenernos firmes por una razón: Dios. Nuestra sabiduría, ayuda, propósito y dones se deben a Dios.
Superar las dudas y vivir las vidas que Dios nos creó para vivir comienza con las pequeñas decisiones que tomamos todos los días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario