“Nosotros somos seres de carne y hueso. Por eso Jesús se hizo igual a nosotros. Solo así podía morir para vencer al diablo, que tenía poder para matar a hombres y a mujeres. Con su muerte, Jesús dio libertad a los que se pasaban la vida con miedo a la muerte. Queda claro que Jesús no vino para ayudar a los ángeles, sino a todos los descendientes de Abraham. Para poder ayudarlos, tenía que hacerse igual a ellos. Por eso Jesús es un Jefe de sacerdotes en quien se puede confiar, pues está lleno de amor para servir a Dios. Además, por medio de su muerte, Jesús logró que Dios nos perdonará nuestros pecados. Y como Jesús mismo sufrió, y el diablo le puso trampas para hacerlo pecar, ahora, cuando el diablo nos pone trampas, Jesús puede ayudarnos a todos.”Hebreos 2:14-18
Pueden surgir circunstancias difíciles en este mundo, pero los hijos de Dios no tienen que temerlos de antemano porque podemos confiar en que nuestro Padre nos mostrará su fidelidad en todas las situaciones.
Jesús compartía nuestra humanidad, pero nunca se preocupó porque sabía que su Padre tenía el control. Incluso cuando Jesús se enfrentó a la muerte, dirigió sus pensamientos a su Padre y oró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario